la bestia del patio

Casi casi
Voy presa por una amiga.Por ir a cobrar un cheque robado .

Anoche a última hora recibo un mensaje de mi amiga a quien llamaremos W para reservar su identidad, pidiéndome si le hacia un favor: ir a cobrar un cheque por ella , ya que ella trabaja hasta las 3, horario en que cierran los bancos y se le hacía imposible pedir permiso para salir a cobrar el tan preciado papel .
Claro que si dije yo, tiempo es lo que me sobra, y razones para salir de mi casa me faltan. 


Y de un momento a otro, el patrullero, la humillación, los flashes de los medios atosigándome, las huellas digitales, las fotos con el cartel numerado y las rejas. Mis vecinos diciendo a cámara "si, era medio sospechosa, no salía nunca, ni hablaba con nadie" "me enteré de que también estaba colgada del cable". 
La vergüenza de la familia, mi madre destruida.


Pero hubo un cambio de planes. Hoy muy temprano me llama W y viene a casa. Preparo mate.
El cheque no era robado, sino encontrado de algún viejo garca que se le perdió. Seguramente se le cayó de su bolsillo, cual papel de caramelo a un niño goloso.
 W, en un acto de sensatez consultó a su madre quien le dio la mala noticia de que no cualquiera podía ir a cobrar un cheque de otra persona, y de que era un delirio . Que desilusión, W ya había llamado al banco y todo para sacarse otras dudas.

Hubiese sido una buena anécdota, La anécdota del cheque, che! que? andá a cobrarlo al banco, que boludo!, no, en serio!,  vos sabías que la abuela estuvo presa? no! posta? , la abuela?! si chicos, fue mucho antes de que ustedes vinieran a este mundo, siéntense junto al hogar que horneo  galletas y les cuento.


Fin.